Por fin en Marshington Abbey

Autor: Kristi Ann Hunter

Título: Por fin en Marshington Abbey

Resumen:
Lady Miranda Hawthorne es una dama en todo lo que hace, aunque preferiría no tener que estar siempre pendiente de los convencionalismos. Se desahoga desde niña vertiendo sus sentimientos más profundos en una serie de cartas dirigidas a un viejo amigo de su hermano, el duque de Marshington, aunque nunca ha pensado enviarlas.

Cuando Marlow —el extraño nuevo ayuda de cámara de su hermano— descubre por casualidad una de las cartas y la envía a su destinatario, Miranda se siente morir


Reseña:
Esta novela es la combinación perfecta de lectura entretenida y larga.  Aunque he de reconocer que si no fuese porque tiene unas buenas 400 páginas, diría que es una lectura rápida. Esto se debe a que aparte de ser un romance, y centrarse por ello en los sentimientos de los personajes, tiene un arco temático centrado en la acción. De esa manera, la novela salta con naturalidad de hablar de visitas entre aristócratas a explicar una trama de espionaje.

Recomendaría el libro a los que se leyeron Edenbrooke. Es decir, todos aquellos que buscan una trama romántica basada en la época de la regencia, con toques de misterio y espionaje. Es uno de esos libros de bailes e intrigas (a veces un poco exageradas, a decir verdad). También roza la comedia, con algunos momentos que arrancarían una sonrisa a cualquiera.

Se trata de un preparado rápido de romance y acción, pero es satisfactorio. No tiene una narrativa excepcional, la ambientación es adecuada (pero no explica nada que no podamos ver en cualquier otro libro del género) y los personajes están bien desarrollados. Esto nos lleva a decidir que es un producto apetecible, pero no extraordinario.

Antes ya he mencionado que los personajes tienen profundidad; si no fuese así la historia no valdría mucho. Quizás la genialidad de este libro son las interacciones entre los protagonistas. Miranda y Ryland sienten atracción entre ellos de buenas a primeras, pero no se enamoran del día a la mañana. Se puede deducir que se van a enamorar desde bien comenzada la lectura, pero eso no acorta el proceso. Por otro lado, no hay momentos insufriblemente empalagosos (ahora no se me ocurre ninguno, vamos), más bien la pareja se divierte haciéndose rabiar mutuamente.

Algunos lectores quizás les cansará el personaje de Miranda. Es emocional y esto es un tema repetitivo en el libro. Sin embargo, al leerlo tuve la sensación de que se le da mucha tinta a su  incapacidad para restringir sus emociones, lo que en mi humilde opinión, no era necesario. Porque aunque es un personaje emocional, también es razonable (excepto alguna que otra salida que es disculpable, pues todos no equivocamos). Lo que me lleva a pensar que en este asunto había “mucho ruido y pocas nueces”.

De la calidad de la traducción hay un detalle que me irritó bastante. El traductor utilizaba repetidamente la expresión “a postre”, que nunca antes en mi vida la había oído, pero a base de verla una y otra vez, deduzco que significa algo similar a “finalmente”. En principio, no tengo nada en contra de que las personas utilicen expresiones cultas, y entiendo que una muletilla cuesta mucho de eliminar del vocabulario, pero cada vez que la leía me daba alergia en los ojos.


Valoración sobre contenidos adultos: 
 Apto. Es una novela romántica, lo que implica besos.

Valoración: 3/5 estrellas (me ha gustado)


Comentarios

Entradas populares de este blog

La serie de Enola Holmes

Las carreras de escorpio: caballos + (lo de siempre)

La sombra del dragón: una lectura sencilla