Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar
Título: Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar
Resumen:
Historia de una gaviota y del
gato que le enseñó a volar cuenta las aventuras de Zorbas, un gato «grande,
negro y gordo», cuyo inquebrantable sentido del honor le conduce un día a
comprometerse a criar un polluelo de gaviota. Su madre, una hermosa gaviota,
atrapada por una ola de petróleo vertido en el mar por un buque varado, le deja
en prenda a Zorbas, justo antes de morir, el huevo que acaba de poner. Zorbas,
que es gato de palabra, cumplirá sus dos promesas: no sólo criará al polluelo,
sino que le enseñará a volar.
Reseña:
Historia de una gaviota… es el libro perfecto para leer con niños. Es breve,
sencillo y enternecedor, pero está muy bien escrito, por lo que los adultos
no se aburrirán cuando lo lean. La novela de Sepúlveda es uno de esos libros
“atemporales” que no te dejan indiferente, pues habla de honor, de familia y
camaradería.
Recomendaría el libro a personas que tengan/quieran leer con niños (por ejemplo,
padres de primaria que tienen que asegurarse que su hijo lea veinte minutos
cada día). También es una apuesta interesante para todos los que busquen una
lectura fuera de lo común.
Sin duda alguna, uno de los temas más potentes del libro es el
medio ambiente. Casi de pasada pero con dureza, Luís Sepúlveda critica la
mala gestión de los recursos naturales y las consecuencias de la contaminación.
Aunque propone como protagonistas a una gaviota y un grupo de gatos de puerto,
se desprende de la historia como también los humanos se hacen daño a sí mismos
con su conducta (especialmente respecto al medio ambiente).
En cierta manera, el libro recuerda a Vuelo de Noche, de Antoine de Saint-Exupéry. Debido a que ambos
tienen un tono épico que sorprende, porque son libros muy cortos y
sencillos. Sin embargo, considero que Vuelo de Noche es más
difícil, por lo que lo recomendaría para adolescentes y adultos, mientras que
el libro que nos ocupa tiene la habilidad de encantar a todos los públicos.
Eso
sí, para los adultos que lean este libro, que no se sorprendan al encontrar a
veces bromas algo infantiles (por alguna razón este libro gusta a todos los
públicos). Resulta un libro atractivo también por la invitación que extiende al
lector a dejar volar la imaginación y fascinarse por las pequeñas cosas,
así que si las cosas que se salen del plano realista no os gustan, quizás
este no sea un libro para vosotros.
Finalmente, es una lectura ágil (con
lo breve que es, no es de extrañar), hay suficientes momentos de conflicto como
para que no se haga aburrido. Aún así, a mi parecer, lo mejor del libro es el
final. Probablemente esta sea una opinión muy subjetiva, pero el final del
libro es precioso, y no tanto por la trama (que también, no me
malinterpretéis), sino por cómo está escrito. Es uno de esos libros que quieres
suspirar después de cerrarlo, y como es tan sencillo, no tienes la sensación de
que hay algún significado oculto que se te escapa. Al menos esta es mi
impresión totalmente subjetiva y no necesariamente cierta.
Valoración sobre contenidos adultos:
Claramente apto. Recomendado para todo el mundo. Como siempre,
tened en cuenta la fluidez de lectura del niño, pero aproximadamente a partir
de los 7
años los niños suelen leer libros de dificultad similar.
Valoración: 5/5 estrellas (es fantástico)
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